Monday, March 19, 2007

Experiencial ( o corazón que no bombea)

Ensanchaban el cúmulo experiencial en cuanto podían.


Sólo cuando la brisa se los permitía , estiraban el músculo facial.


(Ese que genera arrugas de expresión y de vivencias).
Y eso sólo sucedía cuando el tensor de sus labios se relajaba. ( Vaya paradoja)


Así, ella ensimismada no veía cuanto la deseaban. El recargo constante de potenciales habladurías y encajes sociales no la dejaba SER.


Capítulo aparte la de la esperanza de él. Se sostiene por todos los centellos que es un agravío imposible de dejar pasar.


Se hilvanaba la historia sin hacer ruido. Introducción, nudo y desenlance.



Inevitable, se movía él, cuando ella lo dejaba. De su marionetista yacía. Apegado a ella y a los tensores que lo sostenían.

Humedad

(Gracias a sbl por el juego de las fotos. No sabría cómo llamarlo)

Un augurio nada nace.


Llevame a las montañas (donde todo vive).


Amo en la forma que te moves, espero entonces que no sea tarde para mí.


Dame entonces, una noche húmeda mas no húmeda de sábana,húmeda de humo, de humus, de humor. Húmeda de humedad y a su vez reseca y de labios agrietados. De ardor en las comisuras y rubor en los poros.



Voy a exclamarte mucho tiempo la necesidad de esa presencia húmedad que supongo es una cuestión de encaje.


Flores y bruma.