...que se escapa entre los dedos.

Dolía el final del camino, aunque él sólo pudo sentirlo al final.

Cuando el día terminaba y su cuerpo ya no resistía. Sacó uno a uno los pétalos hasta dejarla inerte y extenuada. Estresada y desnuda se encontró con su naturaleza.

Desapareceres de ilusiones. Vientos de venideras lluvias y truenos.

Un lunar era el indicio de tiempos mejores. Un lunar que le promovía pasiones de tiempos antiguos.
Luego una comisura sonriente. Un filoso flequillo invitaba a sumergirse en un mirada deliciosa. El impacto fue tal que se olvidó de la existencia del tiempo y su única opción fue seguirla.

Exaspera

Ya se que he terminado. Pero debo comenzar.
Si es que hay infierno, debe ser la espera.
Una espera eterna,
Uno ahí inerte, sentado, esperando que algo suceda.
Qué el agua hierva.
Qué ahí uno sentado vea su vida pasar.
No hay infierno más terrible que la espera.
Qué el amor se vaya, esperando que vuelva.
Qué el verano vuelva cuando vivimos en un invierno interno.
Qué los días se vayan hacia ningún lado. Condenatorio final el de la espera.
Qué las hojas caigan esperando que crezcan nuevas.
Qué mañana nunca llegue. ¨Cansado de esperar.
Esperando de esperar, espera sobre espera. Exasperado de la espera
Qué el recuerdo cese espero.
Espera que ha de terminar cuando con el trance producido de la repetición, me he creído que esperaba llegar a aquello que lo originó.
Aquello que motivaba decir, que por supuesto ya dije.
El peor de los infiernos es la espera.

Un día en el que ya no estoy

Niña de actitud, acarreas tu corazón troquelado y para armar.
Maquillas tus noches con colores para acorazarte.
Te mueves particular.
Lo mejor del amor contigo es sostenerte cuando quiebras llantos.
Cuando acorralas a tu ego y le das batalla, cuando ríes infinitamente.
Cuando bailas y bajas la guardia, cuando las puertas están sin cerradura.
La cesta aquí está llena, para que te sirvas a montones.
Las frutas maduras están a punto para comerlas. Hoy.
Mañana es tarde.
Hendijas con sol, frío y calor. Ardor y abrazo.
El olor a verde. Un color que suena fuerte.
Navajas. El rojo sabor de la piel. Cálido abrazo.
Goteo. Sangre. Frío. Brisa. Escalofríos. - ¿Y si abrís la ventana? - . Ya no respira.
Antes había dejado el epitafio: “Sobrevive, el que vive amando.”
Lo peor del amor contigo es que ya no sea.

Tinieblas que se van

Agazapado, encuentro de encuentros. Por fin puedo espejar lo que sucede.

Dicen que para observar sólo hay que soltar.

Per se cuando coseche aquello sembrado , volverán los atardeceres. Las estrellas por las noches correrán la bruma.

Los monsones volarán hacia otras ingobernables existencias.

Es hora ya de que me dejen de acompañar.

Sigue soñando

Sigue soñando el que yace en su soledad ,que mediante espasmos da a conocer.

Confiere su dolor al destino cuando bien sabe que su neurosis lo somete.

Insiste en el amor cuando este le ha quitado más de lo que le ha dado.

Sigue soñando, jóven que se conmueve con el sabor del aire, cuando este atraviesa su paladar.

Permanece adherido al estar siendo. Adherido a su existencia de sacrificio cuando sujeto deseante quiere liquidarse en amor.

Se profesa su ira en las noches y su consuelo es esperar un nuevo día.

Hogar de lo todo posible. Arduo camino ha emprendido .

Espero que sobreviva al fantasma que lo doblega.

Carta a un hombre sonriente (Si es que puede leerla)

De la doblez que se establece en el mirar hacia atrás y hacia adelante.

Se escinde ese hombre entre el recuerdo y la esperanza.

Proyecta su camino, mira en su reloj el constante segundaje.

Camina...., el mundo lo mira, mientras en el recorre con su mirada un halo de alucinación.

Y ahí me dirijo hacia vos.

Ya no hay pisado ni por pisar.

Solo un presente constante donde ahí estás libre.

No te encierres en la trama porque confío en que derramarás serenidad ante el ocaso.

La movilidad de la quietud te permitirá seguir riendo.

Llegará, no te dejes abrumar.

Mañana es tarde

Mañana será muy tarde para que me digas,
todo aquello que sentís en este momento que te admiro.

Mañana ya no te regalaré mi silencio en flor, mi presencia cautivante.

Aquí estoy para que me mires y dejes que penetre mi mirada en tus sentidos.

Supuran mis labios por tal exhaustiva maratón de afecto.

Siguiendo el juego de fotos propuesto, se deja todo en el azar que decidirá el camino a seguir.

Mañana es tarde para me veas hoy.

Experiencial ( o corazón que no bombea)

Ensanchaban el cúmulo experiencial en cuanto podían.


Sólo cuando la brisa se los permitía , estiraban el músculo facial.


(Ese que genera arrugas de expresión y de vivencias).
Y eso sólo sucedía cuando el tensor de sus labios se relajaba. ( Vaya paradoja)


Así, ella ensimismada no veía cuanto la deseaban. El recargo constante de potenciales habladurías y encajes sociales no la dejaba SER.


Capítulo aparte la de la esperanza de él. Se sostiene por todos los centellos que es un agravío imposible de dejar pasar.


Se hilvanaba la historia sin hacer ruido. Introducción, nudo y desenlance.



Inevitable, se movía él, cuando ella lo dejaba. De su marionetista yacía. Apegado a ella y a los tensores que lo sostenían.

Humedad

(Gracias a sbl por el juego de las fotos. No sabría cómo llamarlo)

Un augurio nada nace.


Llevame a las montañas (donde todo vive).


Amo en la forma que te moves, espero entonces que no sea tarde para mí.


Dame entonces, una noche húmeda mas no húmeda de sábana,húmeda de humo, de humus, de humor. Húmeda de humedad y a su vez reseca y de labios agrietados. De ardor en las comisuras y rubor en los poros.



Voy a exclamarte mucho tiempo la necesidad de esa presencia húmedad que supongo es una cuestión de encaje.


Flores y bruma.