Dolía el final del camino, aunque él sólo pudo sentirlo al final.
Cuando el día terminaba y su cuerpo ya no resistía. Sacó uno a uno los pétalos hasta dejarla inerte y extenuada. Estresada y desnuda se encontró con su naturaleza.
Desapareceres de ilusiones. Vientos de venideras lluvias y truenos.
Un lunar era el indicio de tiempos mejores. Un lunar que le promovía pasiones de tiempos antiguos.
Luego una comisura sonriente. Un filoso flequillo invitaba a sumergirse en un mirada deliciosa. El impacto fue tal que se olvidó de la existencia del tiempo y su única opción fue seguirla.
Monday, September 24, 2007
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